¿Cómo se utilizan los intermitentes del coche?

Los intermitentes son la señal más importante en la conducción, utilizados para indicar maniobras en carreteras durante la circulación. A lo largo de la vida útil de un coche, estos se activan unas 200.000 veces, pero no todos los usuarios tienen claro cuándo utilizarlos y cuáles son las prácticas erróneas más frecuentes.

Los intermitentes sirven para anticipar e informar al resto de conductores cuando se va a realizar una maniobra, siguiendo la regla RSM: Retrovisor-Señal-Maniobra. El intermitente, tal y como confirma la DGT, se activa cuando vas a girar, a cambiar de carril, a aparcar o desaparcar, a adelantar o incorporarte o a salir de una glorieta.

Muchas veces los intermitentes se utilizan mal y estos fallos acaban convirtiéndose en habituales. En un atasco, si se reduce la velocidad, es recomendable pisar varias veces el freno para alertar al resto de vehículos y no activar ninguna otra señal. En cambio, si tienes que pararte por completo en una vía, puedes activar los 4 intermitentes.

En cuanto a las rotondas, no es recomendable activar el intermitente izquierdo si no se va a abandonar la rotonda, aunque lo correcto sí es señalizar los cambios del carril o señalizar la salida. Otro mal uso de los warming es cuando se estaciona en doble fila, que no se debe activar ya que se bloquea el carril. Solo se pueden activar en caso de inmovilización o de circular muy despacio por una avería.

Si tus intermitentes no funcionan, en su defecto hay que recurrir a las señalizaciones con el brazo. Además, la DGT recuerda que los conductores están obligados a señalizar con antelación, por lo que no hacerlo puede suponer una sanción económica.