El cinturón de seguridad lleva muchas décadas formando parte de la seguridad de los automóviles, pero incluso hoy en día muchos conductores no saben cómo colocarlo de manera correcta o directamente no lo usan: el resultado es la reducción de la seguridad del pasajero y la exposición a una multa.
La Dirección General de Tráfico recuerda algunas reglas básicas para que el cinturón cumpla su misión principal. El cinturón de seguridad de tres puntos de anclaje debe de pasar por el centro de la clavícula y por debajo del abdomen, además no debe de estar enganchado o retorcido, ya que esto provocaría cortes o quemaduras en el caso de un accidente. Recuerda que, cuando te coloques el cinturón, debes de asegurarte de que no tiene holguras.
Uno de los fallos más frecuentes de nuestro país es utilizarlo con abrigos voluminosos, que provocan una disminución de su efectividad: lo ideal es que esté ajustado al máximo a nuestro cuerpo. Del mismo modo actuarían los cojines o las almohadas. La posición del asiento pasa a ser fundamental, apostando por un ángulo casi recto, que evite el ahogamiento en un accidente. Cuando el respaldo está demasiado inclinado se puede sufrir el llamado efecto submarino, que consiste en el deslizamiento del cuerpo por debajo de la banda abdominal.
En el caso de las mujeres embarazadas, la banda horizontal debe debajo del abdomen y la banda diagonal sobre el hombro y el esternón. Se puede recurrir a los adaptadores homologados para embarazadas, que garantizan la seguridad y la comodidad. No olvides la importancia de usar bien este sistema, que reduce hasta en un 50% la probabilidad de sufrir lesiones mortales.